¡Son tus derechos!
De acuerdo con diversos instrumentos internacionales y con las leyes chilenas, ninguna persona puede ser discriminada por su condición de salud, por lo cual las personas con VIH cuentan con los mismos derechos que el resto de las personas. La promoción y protección de los derechos humanos de las personas con VIH es fundamental para el bienestar de quienes viven con el virus
Todas las personas requieren acceso a pruebas diagnósticas de VIH sin restricciones, que deben ofrecerse mediante consentimiento informado, de manera voluntaria y confidencial así como acceso libre e igualitario para la atención y servicios de salud amigables, en los cuales las y los profesionales de la salud les den un trato respetuoso, les brinden atención de calidad e información precisa sobre los tratamientos o procedimientos que se les realizará.
De igual forma, las personas con VIH tienen derecho al acceso universal a tratamiento antirretroviral de manera gratuita a través del FONASA, así como a exámenes de Carga Viral y conteo de células CD4, junto con acompañamiento médico para monitorear adecuadamente la eficacia del régimen de tratamiento que utilizan.
Es de particular importancia mencionar a las mujeres con VIH, quienes no pueden ser objeto de esterilizaciones forzadas y sí el derecho para recibir información relacionada con sus planes de maternidad.
Derecho a la salud: acceso a tratamiento y pruebas
En Chile, si tienes sospechas de VIH puedes hacerte el test en cualquier establecimiento público de atención primaria (APS) o secundaria (CDT, hospitales), puesto que es una garantía del GES°18. Según tu previsión, puedes hacerlo en el sistema público si eres de Fonasa o en tu clínica según convenio si eres Isapre.
Para hacerte el test existe un plazo de 45 días para la entrega final del resultado, puesto que este debe tener una contramuestra en caso de ser reactivo a la primera muestra, por lo que los tiempos del Instituto de Salud Pública (ISP) pueden demorar. El único organismo que puede declararte como seropositivo es el ISP, puesto que los exámenes de test rápido siempre deben ser confirmadas.
En caso de que este se confirme el positivo, dependiendo de tu previsión debes acercarte a la red pública o privada. Si eres Isapre, debes comunicarte con tu prestador para conocer tu canasta, precios de exámenes y clínicas privadas asociadas al GES para activar tu garantía. En caso de ser Fonasa, debes acercarte con el confirmatorio del ISP y un certificado de afiliación a Fonasa para realizar el ingreso en alguno de los hospitales que cuenta con infectología. Nuevamente hay plazo de 45 días entre que ingresaste a GES (vía Fonasa o Isapre) para que te atienda un médico y solicite tus exámenes de sangre y carga viral.
Con ello, te entregarán la medicación que debe estar disponible en un plazo máximo de 7 días. Tu medicación debe ser entregada de manera mensual, regular e informada. No te pueden entregar frascos abiertos, otra medicación que no es la indicada ni entregarte medicación fraccionada. Si alguien atenta contra tu garantía de medicación, debes hacer el reclamo en a la superintendencia de salud. Cabe destacar que la entrega de medicación vía Fonasa es en el mismo hospital de atención y puede ser retirada por un tercero bajo poder notarial. En el caso de Isapre, esta tiene un convenio con red de farmacias privadas que te indicarán el stock, junto con tener un costo asociado por la administración del medicamento.
En el caso de un embarazo, te recomendarán realizar el test de VIH como parte de la batería de exámenes. Si das positivo, existen plazos más acotados para la atención tanto del recién nacido como de la gestante, así como indicaciones para la lactancia y parto. Nadie puede obligarte a una vasectomía ni a una esterilización forzosa por ser seropositivx.
Finalmente, existe disponibilidad de PrEP en Chile, pero este no está dentro del GES y es mucho más engorroso acceder a él, puesto que tiene exámenes de sangre asociados y un mayor control para evitar la seroconversión. Tanto las personas de Isapre como de Fonasa pueden acceder al programa, el que fue implementado hace menos de dos años con varios retrasos, problemas y críticas a su alcance.
Derechos sexuales y reproductivos
A las personas que viven con VIH, se les debe garantizar el libre ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos al igual que a cualquier otra persona. Entre ellos, se incluye el derecho a la confidencialidad, al disfrute de su vida sexual, a recibir información completa y científica sobre salud sexual, entre otros. Las personas que viven con VIH pueden seguir teniendo una vida sexual activa la cual.
Los avances en el tratamiento permiten que una persona que vive con VIH y se quiere embarazar no transmita la infección a su hijo. Salvo alguna valoración médica específica que se aplicaría a cualquier otra persona no se le puede negar el derecho a la maternidad ni tampoco al ejercicio de su sexualidad. En México, muchas mujeres que adquieren VIH adquirieron la infección por su pareja estable. Es necesario señalar que tener una pareja formal no asegura la protección de la mujer. Las relaciones serodiscordantes, sin embargo, son viables para una relación heterosexual u homosexual. Hay diferentes recursos para permitir el ejercicio de una sexualidad libre de VIH bajo esta figura de la serodiscordancia, donde una persona vive con VIH y la otra no.