La clamidia es una infección que se adquiere a través de la penetración anal y vaginal y del sexo oral. Es una de las ITS más frecuentes, junto con la sífilis y la gonorrea. Puede causar lesiones irreversibles en los órganos sexuales y provocar infertilidad si no se trata de manera oportuna.
Algunos de los síntomas que se pueden presentar incluyen: una supuración blanca en el pene, sensación de ardor y dolor al orinar, inflamación de los testículos y dolor en el recto o presencia de sangre.
Otros síntomas son dolor al orinar, mayores secreciones vaginales, dolor o sangrado durante las relaciones sexuales, sangrado entre periodos. Cabe mencionar que más de la mitad de las infecciones por clamidia no provocan ningún síntoma por lo que si no se detecta podría transmitírsele otras personas.
Es fácilmente detectable cuando los síntomas son visibles, sin embargo, entre quienes no presentan síntomas es necesario hacer un cultivo con la secreción obtenida de un raspado vaginal o uretral.