El VIH es el virus de inmunodeficiencia humana, un retrovirus que afecta el sistema inmunológico, es decir, las defensas del cuerpo. El VIH solo se puede adquirir por vía sexual, sanguínea y perinatal. Una vez que el VIH ingresa al cuerpo ya no es posible eliminarlo por completo, sin embargo, sí es posible reducir los daños a través de medicamentos. Una persona que vive con VIH puede llevar una vida común, siempre y cuando mantenga adherencia al tratamiento antirretroviral (TARV) siga las indicaciones del personal de las áreas de infectología, inmunología y centros de VIH.
El VIH se deriva de un virus que existía entre monos de la región central de África que, en la primera mitad del siglo XX, mutó y pasó a los humanos en quienes se convirtió en uno de los virus más mortíferos a partir de la década de 1980, cuando se detectó en países de América y Europa. (Ir a Breve historia del VIH en el mundo).
Cualquier persona puede adquirir VIH sin importar su sexo, edad, ocupación, orientación sexual o identidad de género. Al conocerse cómo se transmite el VIH es posible prevenirlo.
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¿Cómo actúa el virus en mi sistema?
Una vez en nuestro organismo, el VIH se sujeta de los receptores de las células CD4 (estas células son parte fundamental del sistema inmunológico) para, a través de una fusión, “entrar” en ellas y replicarse masivamente.
Al entrar en las células CD4, el VIH libera las enzimas con información genética del virus, las cuales le ayudarán a multiplicarse. Libera dos hebras de ARN y tres enzimas (la transcriptasa inversa, la integrasa y la proteasa).
Se crea ADN viral por la función de la transcriptasa inversa. Como todos los retrovirus, el VIH, debido a la función de la transcriptasa inversa transcribe el ARN viral en ADN (ahora también viral), haciéndolo compatible con el material genético de la célula CD4 y por lo tanto logra que el virus se replique de manera “natural” en el organismo.
El ADN de doble hélice viral es transportado al núcleo de la célula CD4 para integrarlo al ADN de la célula, donde puede pasar años sin estar “activado”.
Una vez “activado” el ADN viral, se crea nuevo ARN viral, el cual se utilizará como “molde” para crear nuevas proteínas y enzimas del VIH.
Las nuevas proteínas virales se mueven a la superficie de la célula CD4, en donde esperan madurar. En este momento la nueva copia del virus existe no puede infectar, ni replicarse en otras células ya que aún no está madura.
La proteasa divide cada una de las proteínas del virus, logrando así que la nueva copia de VIH madure y esté lista para infectar y replicarse en otras células.
Breve historia del VIH en el mundo
Los primeros casos de sida se conocieron en 1981 en Estados Unidos , sin embargo, existe evidencia de que el virus había existido desde varias décadas atrás en la región central de África, particularmente en la República Democrática del Congo (antes llamada Zaire).
Es en 1982 que se le da un nombre de manera temprana a esta nueva patología, el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) denomina a la nueva enfermedad Síndrome De Inmunodeficiencia Adquirida. A través de los bancos de plasma y hemoderivados la infección se diseminó con mayor rapidez. La transmisión sanguínea jugó un papel muy importante en la región del África Subsahariana y en algunos países donde la venta de sangre constituía un mercado ilegal.
A finales de los años 80, ya se habían reportado casos de sida en las diferentes regiones del planeta. Sin embargo, la epidemia no se comportó igual en todos los continentes: en África afectó más a las y los jóvenes heterosexuales; en Europa del Este y Asia Central, afectó más a los usuarios de drogas inyectables; en el sur de Asia afectó más a las personas que se dedican al trabajo sexual, mientras que en Europa y en las Américas, los hombres gays y otros hombres que tienen sexo con hombres fueron los más afectados.
De igual forma, en la década de los 80, se descubrió que el uso del condón sirve para prevenir la transmisión sexual del virus y además, se crearon las pruebas diagnósticas para detectar los anticuerpos del VIH y se aprobó el primer medicamento (Zidovudina AZT) para el tratamiento del VIH. El AZT ya existía para algunos tratamientos de cáncer. En los 90 se aprueba el uso de Zidovudina para pacientes pediátricos y en 1996 se conocen los beneficios de la terapia antirretroviral altamente activa, es decir, que el uso de más de un ARV es sumamente efectivo para evitar u obstaculizar la replicación del virus, sin embargo, a la fecha … millones de personas en el mundo todavía no tienen acceso a ellos.
También en esta década se crea el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida que es el encargado de coordinar los esfuerzos de 11 organismos de Naciones Unidas en torno a la VIH. Brasil comienza a fabricar los primeros medicamentos antirretrovirales genéricos y se realizan las primeras pruebas de vacunas en personas, sin que hayan dado resultados.
Durante la década pasada la epidemia del VIH es catalogada como la más desastrosa de los tiempos modernos y como la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 59 años, razón por la cual, queda incluida como uno de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000 por la ONU. Además, el VIH fue la primera crisis de salud en torno a la cual se realizó una sesión especial en la Asamblea General del mismo organismo en el año 2001.
De igual forma, en 2001 en la reunión de la Organización Mundial del Comercio, realizada en Doha, Qatar, se acordó que los países en vías de desarrollo pueden comprar o desarrollar medicamentos antirretrovirales genéricos para hacer frente a la crisis de salud pública que representa el VIH. En este mismo sentido se crea el Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria; y un año después comienzan sus primeras subvenciones.
En esa misma década se adopta la Declaración de Compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA, la cual imprime el reconocimiento del VIH como un tema no sólo de salud pública, sino como un tema fundamental de desarrollo, al mismo tiempo que refleja la voluntad política de responder de manera integral a la epidemia. Gracias al programa PEPFAR del gobierno de Estados Unidos y también al Fondo Mundial, la mayoría de países en los que no había acceso a antirretrovirales empezaron a recibirlo , incluyendo aquellos en el sur de África que son por mucho los más afectados.
A partir del 2010, se comenzó a registrar una estabilización en la epidemia a nivel mundial, sin embargo, en muchos países aún sigue aumentando el número de nuevos casos de VIH por lo que queda hace falta mayor prevención y también mayor lucha contra el estigma y la discriminación asociados al VIH y sida.