Puede contraer el virus de la hepatitis C por medio de transfusiones sanguínea, transmisión materno-fetal, uso de drogas intravenosas, realización de tatuajes o acupuntura con agujas infectadas. Asimismo, puede contraer el virus de hepatitis C si tiene relaciones sexuales con alguien que está infectado, pero esto no sucede muy a menudo.
El riesgo de contraer hepatitis aumenta significativamente si se viven con VIH, por lo cual se recomienda el uso rutinario de preservativo para reducir el riesgo de transmisión.
La mayoría de las personas con hepatitis C no presentan síntomas. Cuando los presentan pueden incluir: cansancio, falta de hambre, náusea, dolores musculares o articulares, pérdida de peso. En la mayoría de los casos, la hepatitis C dura muchos años. Eso puede provocar cicatrices en el hígado, lo que se denomina “cirrosis”. Muchas personas con cirrosis no presentan síntomas.
La hepatitis C se puede diagnosticar con un simple análisis de sangre. El tratamiento puede incluir medicamentos para lograr la curación de la enfermedad.
Existen vacunas para prevenir la hepatitis A y la B. Para la hepatitis C ya existe medicamento y está disponible en el sector salud.