El periodo en el que las ITS empiezan a mostrar síntomas puede variar desde unos días hasta meses, por eso es importante detectarlas cuanto antes. Existen diferentes pruebas para detectar las ITS. Por ejemplo, existen pruebas rápidas para detectar sífilis, hepatitis B y hepatitis C que consisten en obtener una gota de sangre del dedo de una mano para que un pequeño artefacto pueda detectar anticuerpos en menos de 15 minutos, similares a las pruebas rápidas de VIH.
Otras ITS sólo se pueden detectar con pruebas de laboratorio, ya sea a través de sangre o de cultivos que se hacen con exudados vaginales, rectales o de la uretra, es decir, que se hace un ligero raspado en el área donde se sospecha que puede haber presencia de algún patógeno y se lleva a laboratorio.