Por relaciones sexuales, el VIH puede afectar a cualquier persona, pero existen poblaciones más afectadas por la epidemia que el resto de la sociedad. El segmento que presenta la mayor prevalencia de casos son los hombres gay, los bisexuales y aquellos hombres que por diversas razones tienen sexo con otros hombres (HSH). No es la práctica sexual la explicación del elevado número de casos positivos sino el hecho de que inicialmente el VIH ingresó a las redes de convivencia gay.
Otras poblaciones afectadas por esta epidemia son las personas que ejercen el trabajo sexual (TS), las personas que usan drogas inyectables (UDI) así como las mujeres trans.
Existen también otros grupos de la población que se encuentran en situación de vulnerabilidad ante el VIH por el contexto social en que están viviendo, como es el caso de las personas privadas de libertad, las personas migrantes y les adolescentes y jóvenes. Si bien todes debemos protegernos, la prevención es particularmente importante entre las personas que pertenecen a alguna población clave
Hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres
Los hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) son históricamente uno de los grupos más afectados por la epidemia del VIH. Pero también hay heterosexuales con VIH. Cuando empezó la epidemia en los años 80, se creyó que el virus sólo podía afectar a hombres con prácticas homosexuales, sin embargo, después se comprobó que eso es falso.
La orientación sexual no es la que pone en riesgo al individuo de adquirir VIH, sino el hecho de que las prácticas sexuales carezcan de protección. El uso correcto y consistente de la PrEP, previene el VIH; y el uso correcto y consistente del condón, acompañado de lubricante a base de agua previene no solo el VIH sino otras ITS.
Sin embargo, debido a la desinformación, el estigma y la discriminación, existen HSH que no se previenen de manera adecuada, particularmente durante la penetración anal.
Actualmente, los HSH son uno de los grupos más afectados por la epidemia ya que se estima que al menos el 17% de ellos podrían estar viviendo con VIH en todo el país
Las personas que ejercen el trabajo sexual (TS) tienen un importante riesgo de adquirir VIH debido al elevado número de personas que solicitan sus servicios, lo cual incrementa la posibilidad de exposición, a este virus, pero en general a las ITS. A través del uso de PrEP, y del uso consistente del condón, pueden proteger su salud sexual.
Históricamente las personas dedicadas al trabajo sexual han sido vulneradas y sometidas a la extorsión, lo cual en ocasiones impide que puedan llevar consigo condones ante el miedo de ser acusadas de “trata de personas” o algún otro delito. Es este este sector donde resulta indispensable dirigir acciones de prevención del VIH y modificación de la legislación que permite su discriminación e incluso explotación.
Trabajadoras y trabajadores sexuales
Las personas que habitan en centros de reclusión se exponen durante al VIH durante la visita íntima, al tener relaciones sexuales con su o sus parejas sexuales o utilizan drogas inyectables.
La privación de la libertad no puede excluir el derecho a la salud, incluyendo la prevención y el tratamiento del VIH con antirretrovirales en caso de que ya vivan con el virus.
La distribución de condones en los centros penitenciarios es importante para evitar el VIH y otras ITS. La prevalencia de VIH en personas privadas de su libertad es de menos del 1%.
Personas privadas de su libertad
Adolescentes y jóvenes
La salud sexual y reproductiva en les jóvenes y adolescentes ha sido permanentemente un tema de preocupación, por el elevado número de violencia sexual, embarazos no planeados así como transmisión de ITS. En el caso del VIH, quienes están más expuestos son los hombres gay y las personas trans jóvenes, así como quienes usan sustancias, incluido el alcohol. De hecho, es en este segmento poblacional donde se diagnostica un importante número de casos anualmente. En Chile, el grupo de 20 a 29 al presenta las mayores tasas de nuevos casos confirmados entre 2010 y 2018, siendo de 99,2 por 100.000 habitantes para el año 2018. En este grupo, en el año 2015 se observó un cambio en el porcentaje anual de crecimiento de la tasa, pasando de 8,7 a 17,2%.
La información científica y completa sobre salud sexual y reproductiva es fundamental para este grupo de edad. En el caso de les adolescentes y jóvenes heterosexuales, el uso del condón es crucial para evitar la transmisión del VIH, pero también para evitar embarazos no deseados.
En la actualidad la ley reconoce que adolescentes y jóvenes tienen derecho a hacerse pruebas para la detección del VIH y otras ITS sin necesidad de que un adulto les acompañe.
En caso de obtener un resultado reactivo a VIH, será importante que te vincules al servicio de salud para confirmar el diagnóstico, recibir la atención médica y el tratamiento oportunamente. En Chile el tratamiento y la atención médica son gratuitos por FONASA. En Cevvih organizamos instancias de acompañamiento acompañamiento trabajo de pares, para que te informes, orientes y estemos contigo durante el proceso.
Independientemente del manejo de su propia sexualidad, el personal de laboratorios y enfermería en áreas de hospitalización presenta un bajo riesgo de exposición al VIH.
En caso de algún accidente con el manejo de sangre o al picarse con una aguja, puede acceder a la intervención del PEP para tomar antirretroviral de manera profiláctica.
Personal de salud
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Migrantes
Las personas que migran de un estado a otro dentro del territorio nacional, hacia otro país o que llegan del extranjero, pueden acumular condiciones de vulnerabilidad frente al VIH.
Particularmente, las mujeres y los colectivos de la diversidad y disidencia sexual son los más vulnerables debido a la violencia que enfrentan durante sus recorridos o al residir, la mayoría sin documentos, en lugares regularmente inhóspitos donde no encontrarán acceso a servicios sanitarios ni mucho menos información sobre cómo cuidar su salud sexual.